¡Hola a todos! Gracias por leer y comentar las entradas del viaje a Corea. Ya estamos en los últimos días, y pronto comenzaré a contar nuestras aventuras por Japón, donde continuamos el "pequeño" viajecito que hicimos en verano del año pasado. (Uf...¿un año ya?)
¡Allá vamos!
11 de julio de 2015
Ese día habíamos quedado con unas chicas coreanas (una amiga que ya nos había ido a visitar a Barcelona y su amiga) para que nos enseñaran Busan de una forma menos turística.
Por la mañana estuvimos dando vueltas por el mercado, nos explicaron varias cosas sobre la comida que vendían y nos hicieron probar un zumo de a saber qué que a ellas les gustaba pero a nosotras no nos hizo mucha gracia.
También nos comimos una especie de tortita rellena de semillas y algo dulce muy empalagoso, pero estaba buenísimo.
Lo más gracioso es que uno de los hombres que estaba en el puesto haciéndolo le preguntó a Marta cuánto dinero le había costado ponerse el pelo así. Cuando nuestra amiga le dijo que tenía el pelo rizado natural casi se muere porque no se lo podía creer. Finalmente nos regaló una tortita de esas.
Luego fuimos a un lugar muy famoso de pollo frito y madre mía que rico estaba...
Normal y picante |
Después nos dirigimos al templo Haedong Yonggungsa en taxi (no me resultaron muy caros los taxis allá, en realidad). El sitio era precioso, aunque el tiempo no era de lo más favorable, pero un templo como este que está prácticamente en el mar vale la pena haga el tiempo que haga. Allí nos dio tiempo a tomarnos un helado y todo.
Tras esto nuestras amigas coreanas nos llevaron a un sitio para comer pescado. (Hora de la cena: 16:30. Imposible de imaginar para una española, pero te acostumbras.) Tendré que preguntarles cómo se llamaba la próxima vez que visite Busan porque la comida fue increíble y quiero repetir.
Se supone que encargamos un menú. Después de un rato me preguntaba cuándo dejarían de traer platos.
Al salir del restaurante ya estaba lloviendo fuerte y fue un poco difícil encontrar un taxi. Tras conseguir uno, fuimos a una especie de restaurante-mirador en una zona muy bonita y allí nos quedamos hablando y tomando un refresco hasta que anocheció.
Fue un día genial en el que pudimos disfrutar de Busan lo máximo posible un día de mal tiempo.
Eso sí, un día de mal tiempo que fue el comienzo de un precioso tifón que nos persiguió durante muchos días en nuestro viaje...
¡Espero que os haya gustado esta entrada y nos leemos en la siguiente!
Acabo de llegar a tu blog y la verdad es que me ha encantado esta entrada, ahora mismo iré corriendo a leer las anteriores, ¡qué pasada de viaje! :D
ResponderEliminar¡Saludos de una nueva seguidora! ^^
¡Hola! ¡Muchsísimas gracias por tu comentario! Leer cosas así te alegran el día :)
EliminarMe alegro de que te haya gustado mi entrada, y espero que también te gusten las demás.
¡Un beso!