¡Hola a todos!
Dije que esperaba poder escribir una entrada hablando un poco sobre mi situación actual y demás, así que aquí estoy.
Estos últimos meses han sido un absoluto CAOS del que no me he podido librar hasta ahora, y es que mi soñada plaza para estudiar en Japón se me escapó entre los dedos.
"No te preocupes, que al final todo el mundo va." escuchaba siempre.
No es que no tuviera suficiente nota (vale, tampoco tenía un 9 de media), sino que no elegí las universidades adecuadas, pues hubo gente por debajo de mí en la lista que consiguieron plaza.
Sólo te dejan elegir un determinado número de universidades a las que te gustaría ir, y parece que el destino quiso que esas plazas me esquivaran como si se tratara de un insecto en medio del camino.
Bueno, vale, está bien, aún queda la repesca. "No te preocupes, que al final siempre hay quien rechaza la plaza."
Vale, pues parece ser, que este es el único año en el que nadie ha rechazado su plaza y todo el mundo va, menos yo. Y parece que así es de verdad, porque no conozco a nadie que quisiera ir y se haya quedado sin plaza.
En fin, dejando el drama a un lado. ¿Qué hago? ¿Me quedo en Barcelona y termino la carrera sin irme de intercambio? ¿A dónde me iría si no?
Mis prioridades se resumían en seguir estudiando japonés, así que me dediqué a hacer una búsqueda exhaustiva en los 4 días que te dejaban para que volvieras a elegir las universidades a las que te gustaría ir. Conseguí quedarme con dos opciones: Australia y Corea del Sur, y tras días de auténtico estrés me decidí por Australia, aunque la idea se vio truncada al ver que... ¿Tengo que pagar 1200 euros al mes por una triste habitación dentro del campus, sin comida y sin ningún otro tipo de facilidad?
Adiós Australia. Hola Corea.
Sí, amigos, si nada cambia, el próximo curso 2016-2017 lo haré en la Dongguk University, en pleno centro de Seúl.
En ella espero poder seguir estudiando japonés, intentar mejorar mi inglés y aprender coreano desde cero.
(No sé qué demonios haré para convalidar las asignaturas, pero espero poder inventarme algo.)
Sin embargo, la idea principal de todo esto es ampliar los horizontes, conocer gente nueva, aprender y disfrutar de un ambiente diferente durante un año. ¿Qué más puedo pedir?
No quiero ahogarme en el hecho de que no he conseguido lo que quería, porque de esto he aprendido que a veces las cosas no salen como esperas, y hay que pasar por ello para darte cuenta.
Y obviamente no cambiaré Japón por Corea nunca, que quede claro. Considero esto también como una etapa que me ayude a enfrentar todos esos pequeños miedos de salir al mundo exterior (aunque ya vivo a más de 3.000 km de casa... ¡pero no es lo mismo!)
Bien, ya tenemos algo decidido.
Aunque siguen quedando muchos temas pendientes:
¿Especialización? ¿Máster o no máster? ¿Quedarme aquí? ¿Irme a estudiar a Japón?
¿Enfocarme en la traducción o a un ámbito más empresarial?
Estos son los dilemas con los que tiene que lidiar una estudiante de tercero de traducción.
Mucha gente no logra comprender lo complicado que es para algunas personas planificar las cosas, pues, no sé vosotros, pero yo siempre pienso en las consecuencias de mis decisiones (a veces creo que demasiado) y acabo amargándome la vida por no saber predecir el futuro.
¿A veces no os gustaría poder preguntar: "Futuro, ¿qué me espera?"?